POV Jacob
—Espera Jacob. Antes quiero hablar contigo —me pidió Caroline.
—Tú dirás —le
respondí sin quitar la vista de la ventana que daba al jardín.
—Quiero que sepas
que Seth ya hablo conmigo, sobre tu imprimación con mi amiga. Pero deseo dejar
en claro que esa chica que está ahí afuera, es como una hermana para mí y antes
que decidas relacionarte con ella, necesito saber que paso con Maia, si
terminaste definitivamente tu relación con ella.
Volví mi mirada
hacia la novia de Seth no podía creer que me preguntara eso, ella más que nadie
debía saber lo que implicaba la impronta.
—Por supuesto que
termine con Maia, lo hice la misma noche en que conocí a Renesmee, jamás jugaría
con ella —dije molesto.
—Lo siento Jake, no
quise juzgarte mal, sé que eres un buen amigo.
—No te preocupes, es
bueno saber cuánto quieres a Renesmee.
—Si la quiero
mucho. Además ella no sabe nada de hombres lobos, ni de imprimaciones. Así que
me preguntaba cómo vas sacar el tema con ella.
—No tienes por qué
inquietarte, solo quiero conocerla y que ella me conozca a mí. Si después de
eso, ella siente por mí, lo que yo siento por ella, le contare la verdad.
Quiero que sea su elección —aclaré.
—Bueno… de eso no
creo… que tengas que preocuparte.
Mi corazón se aceleró
en un segundo cuando dijo aquello.
—¿Por qué te hablo
de mí? —pregunté esperanzado.
—Este… no… pero te
conozco y la conozco a ella, y me parece que se van a llevar bien —sonrío con
picardía.
Nuevamente giré para observar hacia el jardín donde estaban Renesmee y Lindsay.
Nuevamente giré para observar hacia el jardín donde estaban Renesmee y Lindsay.
—Amor… deja ya el
interrogatorio para otro día —dijo Seth—, no ves que Jacob, está ansioso por
hablar con Renesmee.
—Si ya veo… se la
come con la mirada —sonrió Caroline.
—Tienes razón… Hey
Jake —me gritó Seth.
—Que quieres —gruñí.
—Espero que
disimules un poco, si no la chica va a salir corriendo, pensando que eres un
psicópata —se carcajeo.
Deje pasar su comentario y respiré profundamente antes de salir al patio.
Deje pasar su comentario y respiré profundamente antes de salir al patio.
—Bueno deséenme
suerte —bromeé.
—¡Suerte! —hablaron
a coro los dos.
—Te daremos unos
minutos con ella a solas, pero no creo que Lindsay coopere, parece muy
entretenida —se rió Caroline.
Mientras caminaba,
no le quitaba los ojos de encima como bien decía Seth, pero era más fuerte que
yo. Creo que pasaría mi vida mirándola.
Renesmee se veía
preciosa con su Jean azul y su top negro que dejaba sus hombros descubiertos.
Su cabello estaba recogido en una coleta. Se mostraba inocente y provocadora a
la vez.
—¿Y… te gusta así? —le
preguntó a la pequeña, mientras se miraba al espejo.
—Sí, si me gusta
Ness.
—Hola —salude en
casi un susurro.
Ella alzó la vista
tímidamente, para observarme.
—Hola —respondió
sin mostrar expresión en su rostro, al parecer seguía enojada por el incidente.
—Hola amigo de Seth
—dijo la niña.
—Hola, Lindsay.
Renesmee le sonrío
a la niña ante su original saludo.
Por un momento
sentí envidia de que la hermana de Caroline, pudiera sacarle una sonrisa de sus
bellos labios. Era obvio que primero tendría que limpiar mi imagen ante ella.
—Este… hummm
quisiera disculparme por lo de anoche, nunca pretendí tirarte encima mi cerveza.
Volvió a mirarme a
los ojos. Parecía que tenía un poder extraño sobre mí.
Cada vez que me
miraba me quitaba el aliento.
—Descuida ya está
olvidado.
—Gracias… y creo
que deberíamos empezar desde cero ¿no crees?
Extendí mi mano
hacia ella, por fin iba a poder tocarla, aunque sea solo su mano.
—Jake, encantado.
—Renesmee…
Igualmente.
Tome su mano y la
apreté levemente, era muy cálida y suave. Se sentía bien. Todavía seguía sin
apartar mis ojos de ella.
—¿Me devuelves mi
mano? —me preguntó.
No me había dado
cuenta que no la había soltado.
—Perdón —murmuré.
—No hay problema —sonrío.
Su sonrisa, tan
solo eso, movió mi mundo, la primera sonrisa que me dedicaba.
La niña interrumpió
el silencio.
—¿Son novios? —preguntó.
Renesmee se
ruborizo, ante su ocurrencia y yo no pude contener mi sonrisa.
—¡No! —se apuró a
decir.
—¿Por qué dices
eso? —cuestionó a la hermana de su amiga.
—Porque él te mira
como tonto, así mira también Seth a Caroline.
Valla que era perspicaz
la pequeña. Dos minutos aquí y ya me delate solo.
—¿No querías
dibujar Lindsay?, ¿Por qué no vas a buscar los colores? —le recordó Renesmee
creo que ansiaba cambiar de tema.
—¡Lo sabía! -gritó
Lindsay —¡si son novios!
Renesmee puso los
ojos en blancos -¿Por qué dices eso? ¿Qué tiene que ver?
—Es lo que hace
Caroline, siempre me manda a buscar algo para quedarse sola con su novio. Y
cuando vuelvo se están besando en la boca.
—Hug… qué asco —dijo
la chiquilla.
—Seguro cuando me
valla se van a comenzar a besar —nos acusó señalándonos.
Renesmee se puso
roja como un tomate, se veía muy tierna ruborizada. Yo solo me reía ante las
ocurrencias de la niña, pero en el fondo deseaba que eso fuera verdad, ya
anhelaba probar sus labios.
Entonces Renesmee me fulminó con la mirada.
Entonces Renesmee me fulminó con la mirada.
—Ve Lindsay trae
los colores, que nadie se va a estar besando cuando vuelvas.
La niña salía
corriendo hacia la casa.
—No deberías reírte
de las cosas que dice —me advirtió un poco molesta.
—¿Por qué? Es muy
graciosa, sin mencionar que tiene mucha imaginación y los temas sobre los que
habla son muy interesantes.
—Es solo una niña
no sabe lo que dice.
—Pues yo creo que
si, por lo menos a lo referido a Seth y Caroline, son muy demostrativos —me reí.
Lindsay no tardo en
regresar con un cuaderno y una cartuchera y se sentó al lado de Renesmee.
—¿Por qué tienes
esa cara? ¿Estas enojada? —quiso saber Renesmee.
—Sí —respondió la
pequeña con el ceño fruncido.
—¿Qué te pasa?
—Es que entre a la
cocina y Caroline y Seth se estaban besando… son unos asquerosos —se quejó.
Renesmee le sonrío
y alzo la vista para mirarme.
—Te lo dije —comenté.
Acarició la mejilla
de la niña y le susurró:
—Lo que pasa es que
están enamorados y por eso se besan —le explico—, la próxima vez… Si no quieres
ver tápate los ojos.
—Eso haré —contestó
todavía enojada—, ¿y tú Ness… estas enamorada?
Miré fijamente a
Renesmee mientras esperaba su respuesta, quería saber a lo que me enfrentaba.
Creo que hasta me puse celoso ante un posible rival.
—No Lindsay… no
estoy enamorada.
Expulse el aire que
retenía en los pulmones, creo que deje de respirar hasta que respondió. De
verdad tenía que aprender a controlarme.
—Qué bueno Ness…
Me llamo la
atención el apodo que utilizaba la niña para referirse a ella.
—¿Ness? —pregunté
con curiosidad.
—Si… yo le puse así
—me explico Lindsay—, lo que pasa es que su nombre es difícil.
—Y a ella le gusta.
¿No Ness?
—Si por supuesto
que me gusta, ya te lo había dicho ¿recuerdas?
—Es lindo —dije—,
Ness, suena bien, aunque… yo le agregaría una “i” al final —musité.
—Nessie, ¿Qué te
parece Lindsay?
—¡Si me gusta! —aplaudió
ella
—¿Verdad que es
lindo Nessie?
—Si también es
lindo —murmuró esquivando mi mirada, lo que me inquieto un poco. Creo que se
sentía un poco incomoda conmigo, será que de verdad parecía un acosador.
—Ahora dibujemos, ¿sí?
—le indicó a la chiquilla.
Me senté en suelo
junto a ellas, mientras las dos comenzaron a dibujar, Lindsay pintaba garabatos
y formas sin sentido, mientras que Renesmee, trazaba un paisaje en el que se
veía una gran casa, rodeada de árboles y en el fondo unas montañas.
—Eres muy buena
dibujando —comenté para entablar un poco de conversación.
—Hummm… gracias,
pero tampoco es la gran cosa.
—Y ese paisaje
existe ¿o no?
—Sí, algo así… se
podría decir que es mi casa en Montana.
—Mira Nessie
termine —interrumpió la niña.
—Es muy bonito Lindsay.
La hoja solo
mostraba formas raras, algunos círculos y cuadrados, pero la niña sonrío mucho
cuando Renesmee alabo su trabajo.
—Parece que te
gustan, los niños —afirmé.
—Sí. Me llevo bien
con ellos, y ella me recuerda a mi cuando era niña, ya que estaba sola y no
tuve hermanos, de modo que no molesta jugar con ella.
—¡¡Ey!! Amigo de
Seth, toma pinta tú también.
Asentí mientras
tomaba el papel y el lápiz que me ofrecía.
—No se llama amigo
de Seth Lindsay, su nombre es Jake —le recordó Nessie.
Sentí como mi
corazón se revolucionaba, al escuchar que pronunciaba mi nombre, era un
completo idiota enamorado, ya no me reconocía a mí mismo.
—Ok pero voy a
necesitar una modelo —dije mientras le guiñaba un ojo a la pequeña.
—¡Dibújala a ella! —gritó
señalando a Renesmee.
—¿Qué? ¿a mí?, no, no…
—Sí, sí, a ti Nessie
—insistió haciendo un puchero.
—No te molesta ¿no?
—le pregunté a Renesmee.
Ella suspiró y se
encogió de hombros.
—Está bien —acepto.
Comencé trazando el
contorno de su cara, y agregando poco a poco sus rasgos. Quería dejar impreso
en el papel la belleza de su rostro, su hermoso cabello y su sonrisa.
Solo utilice lápiz
negro y tonos marrones en su cabello y para resaltar sus ojos marrones. Me tomo
15 minutos terminar el dibujo. Los 15 minutos más preciados de mi vida hasta
ahora.
Por momentos su
mirada se cruzaba con la mía, pero luego se ponía un poco tensa y miraba hacia
otro lado.
—Relájate —le susurré—, es solo un dibujo.
—Relájate —le susurré—, es solo un dibujo.
Resopló y mostró
indiferencia.
—¿Te falta mucho? —se
quejó.
—No, solo un minuto
más —le sonreí.
—Tienes que
quedarte quieta Nessie, eso hacen las modelos —murmuró Lindsay mientras
garabateaba en otra hoja.
—Listo, ya está
terminado —dije.
Para mi fortuna era
muy bueno dibujando, así que no me sorprendió su reacción cuando le enseñe mi
trabajo.
—Vaya… —Nessie se sorprendió, mientras miraba la hoja.
—Vaya… —Nessie se sorprendió, mientras miraba la hoja.
—Quiero ver, quiero
ver… ¡qué lindo! —gritó la niña, es igualita a ti Nessie, que bonito.
—La verdad es
tienes talento en esto —exclamó mirándome.
—Ahora tienes que
firmarlo Jake —me ordeno la niña.
Renesmee me entrego
el dibujo y sus dedos rozaron los míos, una pequeña corriente recorrió mi
brazo, con tan solo ese contacto. Comencé a pensar como seria abrazarla,
acariciar su cabello, su mejilla, besar sus labios. Seguro nada se compararía a
las emociones que sentiría en ese momento.
Tome un momento
para pensar que escribir, aparte de mi nombre. Quería que fuera algo especial
una dedicatoria que la hiciera recordarme, pero que tampoco la asustara.
Lamentablemente no
debía escribir que era la persona más importante para mí, que ya la amaba más
de lo que se podía imaginar. Y que mi vida no tendría sentido si no estaba a su
lado. Cielos no sabía que podía ser tan cursi. Pero me agradaba sentir todas
estas cosas por Renesmee. Mi Renesmee.
Finalmente tome
aire y escribí…
POV Renesmee
El me devolvió mi retrato de nuevo. Realmente me maraville al ver mi rostro en ese papel. Dibujo cada detalle mi fisonomía. Era un trabajo bien logrado.
En el pie de la
hoja había una pequeña dedicatoria:
“Las cosas más hermosas
se pueden encontrar
en cualquier parte
incluso en un simple papel”
Jake
Sus palabras provocaron que mi corazón palpitara desbocado. Nunca en mi vida me habían escrito una frase más bonita que esta.
Sus palabras provocaron que mi corazón palpitara desbocado. Nunca en mi vida me habían escrito una frase más bonita que esta.
—Gracias —logré
susurrar.
—De nada me dijo
con su increíble sonrisa. Eran de esas que te quitan la respiración.
Y sus ojos eran
como dos imanes que me atraían, no podía apartar mis ojos de los suyos.
Realmente no
entendía que me estaba pasando, sentía una extraña sensación en mi estómago
cada vez que me hablaba o me sonreía. Nunca me había sentido así con nadie.
La hermana de
Caroline dejo los lápices a un lado y bostezo a la vez que se estiraba.
—Tengo sueño
murmuro.
—Vamos te llevo a
tu habitación —dije mientras me incorporaba.
Jake también se levantó
y se apuró a alzar a Lindsay del suelo.
—No te preocupes Nessie
ya se la llevo a Caroline —además está un poco pesada.
Estaba a punto de
decirle que no era ninguna chica débil, pero me calle, al fin y al cabo se
estaba portando muy amable.
—De acuerdo —murmuré.
Se encamino de
inmediato a la casa a llevar a la niña para que durmiera su siesta.
Me volví a sentar
en el césped y observaba una y otra vez mi retrato y leía la frase que me
escribió, de verdad me consideraba hermosa. Eso me hizo sentir muy bien.
A los pocos minutos
salió con unas bandejas en las manos. Las coloco sobre la mesa del jardín, en
ellas estaban los bocadillos que preparo Caroline y unos refrescos.
—Esta vez prometo
no derramar nada encima de ti —bromeó.
—Espero que cumplas
tu promesa —dije riendo.
—Siempre lo hago —me
respondió.
—¿Y Caroline y
Seth? —le pregunté ya llevaban mucho tiempo adentro esos dos pensé, seguro que
mi amiga lo hacía apropósito para dejarme a sola con su amigo…
—Ya vienen, se
ocupan del angelito, parece que quiere un cuento —me sonrió.
—¿Por qué no
comemos algo mientras los esperamos? —sugirió.
Nos sentamos uno en
frente del otro en la pequeña mesa del jardín. Tome una pizza y me dedique a
observarlo detenidamente. En verdad era guapo, muy guapo para ser sincera. Sus
músculos se marcaban bajo su camisa, su piel era de un lindo tono moreno y sus
ojos tenían un brillo especial en la mirada y su sonrisa era francamente
inolvidable.
Suspiré sin darme
cuenta.
—¿Qué? ¿pasa algo? —me
preguntó divertido…
Desvíe mi mirada
para otro lado, sentí como un repentino calor invadía mis mejillas.
—No, no pasa nada —mentí.
—Humm… dudo un
poco.
—¿Qué? —seguro se
había dado cuenta que lo estaba analizando hace unos segundos.
—Es que… Tienes un
poco de tomate al lado de tu boca —parece que le divertía eso.
Genial ahora era su
payaso personal.
—¿Sí? ¿Dónde? —toque
el lado izquierdo de mi boca.
—No… del otro lado,
déjame ayudarte —ofreció.
Se acercó un poco y
con la yema de su pulgar limpio suavemente la comisura derecha de mi labio.
Mi boca tembló
ligeramente cuando me toco.
—Ya está, ¿vez? —me
enseño su dedo, el cual tenía los resto de tomate, y se lo llevo a la boca y
limpio las sobras.
¡Dios! Porque hacia
eso, estaba a punto de tener un colapso nervioso.
Logre tragar con
dificultad los restos de la pizza que estaba comiendo.
Finalmente Caroline
y su novio se dignaron a acompañarnos. Entre él y Jake se devoraron toda la
comida, no entendía donde les cabía tanto.
—Ey Jake ayer
recibí un mensaje de mi hermana te manda saludos, dice que está muy bien —contó
Seth.
Caroline me comento que su cuñada vivía en Canadá y se estaba por casar pronto.
Caroline me comento que su cuñada vivía en Canadá y se estaba por casar pronto.
—Y para cuando es
la boda de Leah, supongo que estamos invitados ¿no? —le pregunto Jake.
—Por supuesto que
si Jacob Black… acaso piensas que mi hermana se olvidaría de su familia —le
respondió Seth.
—Solo bromeaba —le
aclaro su amigo.
En ese monto me
quede en blanco… Jacob Black, ese nombre… lo escuche hace poco. ¡Claro! Que
tonta, estaba sentada al frente del que había sido en un entonces el amigo y
enamorado de mi madre, según mi tío Emmett.
—¿Jacob? —dije en
un susurro…
—Ha si… Ese es su
nombre, Jake es un apodo —me aclaro Caroline.
—Claro —fue lo
único que salió de mis labios.
—Te pasa algo
Renesmee —dijo mi amiga.
—No, nada —le
sonreí.
Luego los
muchachos, recogieron los platos y se ofrecieron a lavarlos ya que Caroline se
había encargado de hacer toda la comida.
—¿Y… que tal? —me
cuestiono Caroline.
—¿Qué cosa?
—Oh, vamos
Renesmee, sabes de lo que estoy hablando…
—No, no sé.
—Ok te seguiré el
juego, que tal te pareció ¿Jake?
Si me lo hubiera
preguntado hace cinco minutos le hubiera contestado que me gustaba, pero ahora
no dejaba de pensar en relacionarlo con mamá, lo cual era muy extraño. La
verdad no sé porque pensaba eso, después de todo mi madre me dijo que no hubo
nada entre ellos. Sin contar que estaba de novio con otra mujer hasta hace unas
horas.
—¿Qué quieres saber
exactamente? —inquirí despreocupada, por supuesto que intuía que necesitaba
saber.
Suspiró un poco impaciente.
Suspiró un poco impaciente.
—¿Qué te parece? ¿Te
gusta?
—Es agradable —susurré.
—Lo que significa…
—Está bien —bufe—, es
agradable, guapo, amable, y tiene un increíble talento para dibujar —le mostré
mi retrato.
—¡Wow! No sabía de
las aptitudes artísticas de Jake —se rió—, y además es todo un poeta, dijo
señalando la frase.
Yo me encogí de
hombros. No quería darle tanta importancia. Para que no siguiera con sus
preguntas.
—A ver amiga dime
una cosa, y no me mientas —aclaro con el ceño fruncido—-. Te gusta Jake, ¿sí o
no?
—¿Se puede saber
porque estas tan interesada en que salga con tu amigo? —la interrogue con los
ojos entrecerrados.
—Porque te quiero y quiero que seas feliz, y sé que Jake podría hacer que eso suceda.
—Porque te quiero y quiero que seas feliz, y sé que Jake podría hacer que eso suceda.
—¿Y cómo estas tan
segura?, después de todo hasta hace unas horas andaba con esa loca y seguro que
ha tenido más de una en su lista de conquistas —dije amargamente.
Su cara se tornó
pensativa un momento, como si intentara decir algo.
-Solo lo presiento…
y con respecto a Maia eso no cuenta, la verdad no eran el uno para el otro. Y
no es por hacerlo quedar bien pero Seth me ha contado que no le ha ido muy bien
en el amor así que no creo que haya tenido una larga lista de conquistas —aclaro.
—¿Y bien que me
dices? —estaba segura que no se iba a dar por vencida.
—Está bien, sí. Me
gusta… ¿Contenta?
Caroline comenzó a
carcajearse, lo sabía, lo sabía.
—¿Y? ¡Eso no
significa que vaya a pasar algo entre nosotros! —le explique.
Los chicos
regresaron a los 10 minutos.
—¿Qué están
gracioso cariño? —le preguntó su novio a mi amiga.
La fulminé con la
mirada, si comentaba algo la mataba…
—Nada importante
Seth.
Pasamos el resto de
la tarde hablando de su reserva y me pidieron que acudiera a conocerla. Siempre
se juntaban todos a pasar el rato alrededor de una enorme fogata y solían
contar historias. Jacob insistió mucho en que fuera y al final acepte, no me
pude resistir a esos ojos. Inmediatamente se ofreció en ir a recogerme a mi
casa, pero le dije que mejor iba con Caroline.
Cuando oscureció,
pedí un taxi para volver a casa del abuelo Charlie.
—Segura no quieres
que te lleve, traje mi auto, la verdad sería un placer hacerlo —dijo con una
hermosa sonrisa.
—Te lo agradezco pero no es necesario —trate de ser lo más amable posible, pero creo que no le gustó nada mi negativa.
—Te lo agradezco pero no es necesario —trate de ser lo más amable posible, pero creo que no le gustó nada mi negativa.
—Por lo menos deja
que te acompañe, hasta que lleguen por ti —insistió.
—Está bien.
Me despedí de Seth
y mi amiga y fui con Jacob hasta la puerta. Nos sentamos en el porche y conversamos
un poco más a solas. Le conté que era la primera vez que visitaba Forks, y que
me quedaba en la casa de mi tío. No quise dar mucha información, después de
todo lo único que sabía sobre él era que en un tiempo fue amigo de mi madre
cuando era humana. Tenía prohibido hablar sobre nuestra condición eso fue una
de las primeras cosas que me enseñaron mis padres, guardar el secreto. Los
únicos que lo sabían según yo eran Charlie y Sue. Así que cuando me pregunto
sobre mis padres dije que habían muerto y vivía con otros tíos y mis primos en
Montana.
Fue entonces cuando
me pregunto si no me gustaría venir a vivir a Forks con mi otro tío.
Su
pregunta me descoloco, jamás pensé la posibilidad de dejar a mi familia.
—Eh…
no lo sé, lo que pasa es que estoy terminando la escuela, no puedo dejar mi
ciudad.
—Claro…
entiendo —murmuró, parecía triste de repente.
—Pero
ahora que termine el instituto, tendré un tiempo libre así que tal vez pueda
pasar una temporada aquí.
—¡Eso sería estupendo! —me sonrío—, así podríamos frecuentarnos más, ¿claro si tú quieres?
—¡Eso sería estupendo! —me sonrío—, así podríamos frecuentarnos más, ¿claro si tú quieres?
—Me
parece bien. Además a los únicos que conozco son a Caroline y a Alan. Bueno… Y
ahora a Seth y a ti.
—Ya
verás que te va gustar este lugar, y sobre todo la reserva, es un lugar muy
bonito.
El
taxi no tardó en aparecer y Jacob me acompaño hasta él y me abrió la puerta del
vehículo.
—Este…
-se lo veía un poco tenso y en su cara había una expresión rara, como de
melancolía, parecía que no quería que me fuera.
—Mañana
te espero… no faltes —me recordó.
—No
te preocupes quiero conocer esa playa —aclaré— y gracias por el dibujo en
verdad me gustó mucho…
Su cara me volvió a regalar esa sonrisa que ya tanto me gustaba.
Su cara me volvió a regalar esa sonrisa que ya tanto me gustaba.
—Espero
que haya cambiado la mala impresión que te di.
—Totalmente
olvidada —le confié.
Ahora
venía la parte difícil, nunca me había pasado con nadie, no sabía cómo
despedirme de él. Una apretón de manos, un abrazo, un beso…
Pero el dio el
primer paso acortando la distancia que nos separaba, su rostro estaba a
centímetros del mío. No podía apartar mis ojos de los suyos.
—Supongo que es un
hasta pronto ¿no? —me preguntó.
—Seguro —susurré.
—Hasta pronto
entonces —dijo mientras se acercaba peligrosamente a mi boca…
Por un momento
contuve mi respiración, luego su rostro se inclinó un poco a un lado de mi cara
dándome un tierno beso en mi mejilla muy cerca de la comisura de mis labios.
Nos quedamos
mirándonos por unos segundos.
—Adiós —apenas pude
formular esa palabra.
Subí a mi taxi y
este se alejó de allí.
Jacob se quedó
parado en el mismo lugar, hasta que los dos nos perdimos de vista.
Era increíble pero
ya lo extrañaba…
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