martes, 7 de enero de 2014

Capítulo 5: Acercamiento

POV Jacob

—Espera Jacob. Antes quiero hablar contigo —me pidió Caroline.
—Tú dirás —le respondí sin quitar la vista de la ventana que daba al jardín.
—Quiero que sepas que Seth ya hablo conmigo, sobre tu imprimación con mi amiga. Pero deseo dejar en claro que esa chica que está ahí afuera, es como una hermana para mí y antes que decidas relacionarte con ella, necesito saber que paso con Maia, si terminaste definitivamente tu relación con ella.
Volví mi mirada hacia la novia de Seth no podía creer que me preguntara eso, ella más que nadie debía saber lo que implicaba la impronta.
—Por supuesto que termine con Maia, lo hice la misma noche en que conocí a Renesmee, jamás jugaría con ella —dije molesto.
—Lo siento Jake, no quise juzgarte mal, sé que eres un buen amigo.
—No te preocupes, es bueno saber cuánto quieres a Renesmee.
—Si la quiero mucho. Además ella no sabe nada de hombres lobos, ni de imprimaciones. Así que me preguntaba cómo vas sacar el tema con ella.
—No tienes por qué inquietarte, solo quiero conocerla y que ella me conozca a mí. Si después de eso, ella siente por mí, lo que yo siento por ella, le contare la verdad. Quiero que sea su elección —aclaré.
—Bueno… de eso no creo… que tengas que preocuparte.
Mi corazón se aceleró en un segundo cuando dijo aquello.
—¿Por qué te hablo de mí? —pregunté esperanzado.
—Este… no… pero te conozco y la conozco a ella, y me parece que se van a llevar bien —sonrío con picardía.
Nuevamente giré para observar hacia el jardín donde estaban Renesmee y Lindsay.
—Amor… deja ya el interrogatorio para otro día —dijo Seth—, no ves que Jacob, está ansioso por hablar con Renesmee.
—Si ya veo… se la come con la mirada —sonrió Caroline.
—Tienes razón… Hey Jake —me gritó Seth.
—Que quieres —gruñí.
—Espero que disimules un poco, si no la chica va a salir corriendo, pensando que eres un psicópata —se carcajeo.
Deje pasar su comentario y respiré profundamente antes de salir al patio.
—Bueno deséenme suerte —bromeé.
—¡Suerte! —hablaron a coro los dos.
—Te daremos unos minutos con ella a solas, pero no creo que Lindsay coopere, parece muy entretenida —se rió Caroline.
Mientras caminaba, no le quitaba los ojos de encima como bien decía Seth, pero era más fuerte que yo. Creo que pasaría mi vida mirándola.
Renesmee se veía preciosa con su Jean azul y su top negro que dejaba sus hombros descubiertos. Su cabello estaba recogido en una coleta. Se mostraba inocente y provocadora a la vez.
—¿Y… te gusta así? —le preguntó a la pequeña, mientras se miraba al espejo.
—Sí, si me gusta Ness.
—Hola —salude en casi un susurro.
Ella alzó la vista tímidamente, para observarme.
—Hola —respondió sin mostrar expresión en su rostro, al parecer seguía enojada por el incidente.
—Hola amigo de Seth —dijo la niña.
—Hola, Lindsay.
Renesmee le sonrío a la niña ante su original saludo.
Por un momento sentí envidia de que la hermana de Caroline, pudiera sacarle una sonrisa de sus bellos labios. Era obvio que primero tendría que limpiar mi imagen ante ella.
—Este… hummm quisiera disculparme por lo de anoche, nunca pretendí tirarte encima mi cerveza.
Volvió a mirarme a los ojos. Parecía que tenía un poder extraño sobre mí.
Cada vez que me miraba me quitaba el aliento.
—Descuida ya está olvidado.
—Gracias… y creo que deberíamos empezar desde cero ¿no crees?
Extendí mi mano hacia ella, por fin iba a poder tocarla, aunque sea solo su mano.
—Jake, encantado.
—Renesmee… Igualmente.
Tome su mano y la apreté levemente, era muy cálida y suave. Se sentía bien. Todavía seguía sin apartar mis ojos de ella.
—¿Me devuelves mi mano? —me preguntó.
No me había dado cuenta que no la había soltado.
—Perdón —murmuré.
—No hay problema —sonrío.
Su sonrisa, tan solo eso, movió mi mundo, la primera sonrisa que me dedicaba.
La niña interrumpió el silencio.
—¿Son novios? —preguntó.
Renesmee se ruborizo, ante su ocurrencia y yo no pude contener mi sonrisa.
—¡No! —se apuró a decir.
—¿Por qué dices eso? —cuestionó a la hermana de su amiga.
—Porque él te mira como tonto, así mira también Seth a Caroline.
Valla que era perspicaz la pequeña. Dos minutos aquí y ya me delate solo.
—¿No querías dibujar Lindsay?, ¿Por qué no vas a buscar los colores? —le recordó Renesmee creo que ansiaba cambiar de tema.
—¡Lo sabía! -gritó Lindsay —¡si son novios!
Renesmee puso los ojos en blancos -¿Por qué dices eso? ¿Qué tiene que ver?
—Es lo que hace Caroline, siempre me manda a buscar algo para quedarse sola con su novio. Y cuando vuelvo se están besando en la boca.
—Hug… qué asco —dijo la chiquilla.
—Seguro cuando me valla se van a comenzar a besar —nos acusó señalándonos.
Renesmee se puso roja como un tomate, se veía muy tierna ruborizada. Yo solo me reía ante las ocurrencias de la niña, pero en el fondo deseaba que eso fuera verdad, ya anhelaba probar sus labios.
Entonces Renesmee me fulminó con la mirada.
—Ve Lindsay trae los colores, que nadie se va a estar besando cuando vuelvas.
La niña salía corriendo hacia la casa.
—No deberías reírte de las cosas que dice —me advirtió un poco molesta.
—¿Por qué? Es muy graciosa, sin mencionar que tiene mucha imaginación y los temas sobre los que habla son muy interesantes.
—Es solo una niña no sabe lo que dice.
—Pues yo creo que si, por lo menos a lo referido a Seth y Caroline, son muy demostrativos —me reí.
Lindsay no tardo en regresar con un cuaderno y una cartuchera y se sentó al lado de Renesmee.
—¿Por qué tienes esa cara? ¿Estas enojada? —quiso saber Renesmee.
—Sí —respondió la pequeña con el ceño fruncido.
—¿Qué te pasa?
—Es que entre a la cocina y Caroline y Seth se estaban besando… son unos asquerosos —se quejó.
Renesmee le sonrío y alzo la vista para mirarme.
—Te lo dije —comenté.
Acarició la mejilla de la niña y le susurró:
—Lo que pasa es que están enamorados y por eso se besan —le explico—, la próxima vez… Si no quieres ver tápate los ojos.
—Eso haré —contestó todavía enojada—, ¿y tú Ness… estas enamorada?
Miré fijamente a Renesmee mientras esperaba su respuesta, quería saber a lo que me enfrentaba. Creo que hasta me puse celoso ante un posible rival.
—No Lindsay… no estoy enamorada.
Expulse el aire que retenía en los pulmones, creo que deje de respirar hasta que respondió. De verdad tenía que aprender a controlarme.
—Qué bueno Ness…
Me llamo la atención el apodo que utilizaba la niña para referirse a ella.
—¿Ness? —pregunté con curiosidad.
—Si… yo le puse así —me explico Lindsay—, lo que pasa es que su nombre es difícil.
—Y a ella le gusta. ¿No Ness?
—Si por supuesto que me gusta, ya te lo había dicho ¿recuerdas?
—Es lindo —dije—, Ness, suena bien, aunque… yo le agregaría una “i” al final —musité.
—Nessie, ¿Qué te parece Lindsay?
—¡Si me gusta! —aplaudió ella
—¿Verdad que es lindo Nessie?
—Si también es lindo —murmuró esquivando mi mirada, lo que me inquieto un poco. Creo que se sentía un poco incomoda conmigo, será que de verdad parecía un acosador.
—Ahora dibujemos, ¿sí? —le indicó a la chiquilla.
Me senté en suelo junto a ellas, mientras las dos comenzaron a dibujar, Lindsay pintaba garabatos y formas sin sentido, mientras que Renesmee, trazaba un paisaje en el que se veía una gran casa, rodeada de árboles y en el fondo unas montañas.
—Eres muy buena dibujando —comenté para entablar un poco de conversación.
—Hummm… gracias, pero tampoco es la gran cosa.
—Y ese paisaje existe ¿o no?
—Sí, algo así… se podría decir que es mi casa en Montana.
—Mira Nessie termine —interrumpió la niña.
—Es muy bonito Lindsay.
La hoja solo mostraba formas raras, algunos círculos y cuadrados, pero la niña sonrío mucho cuando Renesmee alabo su trabajo.
—Parece que te gustan, los niños —afirmé.
—Sí. Me llevo bien con ellos, y ella me recuerda a mi cuando era niña, ya que estaba sola y no tuve hermanos, de modo que no molesta jugar con ella.
—¡¡Ey!! Amigo de Seth, toma pinta tú también.
Asentí mientras tomaba el papel y el lápiz que me ofrecía.
—No se llama amigo de Seth Lindsay, su nombre es Jake —le recordó Nessie.
Sentí como mi corazón se revolucionaba, al escuchar que pronunciaba mi nombre, era un completo idiota enamorado, ya no me reconocía a mí mismo.
—Ok pero voy a necesitar una modelo —dije mientras le guiñaba un ojo a la pequeña.
—¡Dibújala a ella! —gritó señalando a Renesmee.
—¿Qué? ¿a mí?, no, no…
—Sí, sí, a ti Nessie —insistió haciendo un puchero.
—No te molesta ¿no? —le pregunté a Renesmee.
Ella suspiró y se encogió de hombros.
—Está bien —acepto.
Comencé trazando el contorno de su cara, y agregando poco a poco sus rasgos. Quería dejar impreso en el papel la belleza de su rostro, su hermoso cabello y su sonrisa.
Solo utilice lápiz negro y tonos marrones en su cabello y para resaltar sus ojos marrones. Me tomo 15 minutos terminar el dibujo. Los 15 minutos más preciados de mi vida hasta ahora.
Por momentos su mirada se cruzaba con la mía, pero luego se ponía un poco tensa y miraba hacia otro lado.
—Relájate —le susurré—, es solo un dibujo.
Resopló y mostró indiferencia.
—¿Te falta mucho? —se quejó.
—No, solo un minuto más —le sonreí.
—Tienes que quedarte quieta Nessie, eso hacen las modelos —murmuró Lindsay mientras garabateaba en otra hoja.
—Listo, ya está terminado —dije.
Para mi fortuna era muy bueno dibujando, así que no me sorprendió su reacción cuando le enseñe mi trabajo.
—Vaya… —Nessie se sorprendió, mientras miraba la hoja.
—Quiero ver, quiero ver… ¡qué lindo! —gritó la niña, es igualita a ti Nessie, que bonito.
—La verdad es tienes talento en esto —exclamó mirándome.
—Ahora tienes que firmarlo Jake —me ordeno la niña.
Renesmee me entrego el dibujo y sus dedos rozaron los míos, una pequeña corriente recorrió mi brazo, con tan solo ese contacto. Comencé a pensar como seria abrazarla, acariciar su cabello, su mejilla, besar sus labios. Seguro nada se compararía a las emociones que sentiría en ese momento.
Tome un momento para pensar que escribir, aparte de mi nombre. Quería que fuera algo especial una dedicatoria que la hiciera recordarme, pero que tampoco la asustara.
Lamentablemente no debía escribir que era la persona más importante para mí, que ya la amaba más de lo que se podía imaginar. Y que mi vida no tendría sentido si no estaba a su lado. Cielos no sabía que podía ser tan cursi. Pero me agradaba sentir todas estas cosas por Renesmee. Mi Renesmee.
Finalmente tome aire y escribí…


POV Renesmee

El me devolvió mi retrato de nuevo. Realmente me maraville al ver mi rostro en ese papel. Dibujo cada detalle mi fisonomía. Era un trabajo bien logrado.
En el pie de la hoja había una pequeña dedicatoria:

“Las cosas más hermosas
se pueden encontrar
en cualquier parte
incluso en un simple papel”
Jake

Sus palabras provocaron que mi corazón palpitara desbocado. Nunca en mi vida me habían escrito una frase más bonita que esta.
—Gracias —logré susurrar.
—De nada me dijo con su increíble sonrisa. Eran de esas que te quitan la respiración.
Y sus ojos eran como dos imanes que me atraían, no podía apartar mis ojos de los suyos.
Realmente no entendía que me estaba pasando, sentía una extraña sensación en mi estómago cada vez que me hablaba o me sonreía. Nunca me había sentido así con nadie.
La hermana de Caroline dejo los lápices a un lado y bostezo a la vez que se estiraba.
—Tengo sueño murmuro.
—Vamos te llevo a tu habitación —dije mientras me incorporaba.
Jake también se levantó y se apuró a alzar a Lindsay del suelo.
—No te preocupes Nessie ya se la llevo a Caroline —además está un poco pesada.
Estaba a punto de decirle que no era ninguna chica débil, pero me calle, al fin y al cabo se estaba portando muy amable.
—De acuerdo —murmuré.
Se encamino de inmediato a la casa a llevar a la niña para que durmiera su siesta.
Me volví a sentar en el césped y observaba una y otra vez mi retrato y leía la frase que me escribió, de verdad me consideraba hermosa. Eso me hizo sentir muy bien.
A los pocos minutos salió con unas bandejas en las manos. Las coloco sobre la mesa del jardín, en ellas estaban los bocadillos que preparo Caroline y unos refrescos.
—Esta vez prometo no derramar nada encima de ti —bromeó.
—Espero que cumplas tu promesa —dije riendo.
—Siempre lo hago —me respondió.
—¿Y Caroline y Seth? —le pregunté ya llevaban mucho tiempo adentro esos dos pensé, seguro que mi amiga lo hacía apropósito para dejarme a sola con su amigo…
—Ya vienen, se ocupan del angelito, parece que quiere un cuento —me sonrió.
—¿Por qué no comemos algo mientras los esperamos? —sugirió.
Nos sentamos uno en frente del otro en la pequeña mesa del jardín. Tome una pizza y me dedique a observarlo detenidamente. En verdad era guapo, muy guapo para ser sincera. Sus músculos se marcaban bajo su camisa, su piel era de un lindo tono moreno y sus ojos tenían un brillo especial en la mirada y su sonrisa era francamente inolvidable.
Suspiré sin darme cuenta.
—¿Qué? ¿pasa algo? —me preguntó divertido…
Desvíe mi mirada para otro lado, sentí como un repentino calor invadía mis mejillas.
—No, no pasa nada —mentí.
—Humm… dudo un poco.
—¿Qué? —seguro se había dado cuenta que lo estaba analizando hace unos segundos.
—Es que… Tienes un poco de tomate al lado de tu boca —parece que le divertía eso.
Genial ahora era su payaso personal.
—¿Sí? ¿Dónde? —toque el lado izquierdo de mi boca.
—No… del otro lado, déjame ayudarte —ofreció.
Se acercó un poco y con la yema de su pulgar limpio suavemente la comisura derecha de mi labio.
Mi boca tembló ligeramente cuando me toco.
—Ya está, ¿vez? —me enseño su dedo, el cual tenía los resto de tomate, y se lo llevo a la boca y limpio las sobras.
¡Dios! Porque hacia eso, estaba a punto de tener un colapso nervioso.
Logre tragar con dificultad los restos de la pizza que estaba comiendo.
Finalmente Caroline y su novio se dignaron a acompañarnos. Entre él y Jake se devoraron toda la comida, no entendía donde les cabía tanto.
—Ey Jake ayer recibí un mensaje de mi hermana te manda saludos, dice que está muy bien —contó Seth.
Caroline me comento que su cuñada vivía en Canadá y se estaba por casar pronto.
—Y para cuando es la boda de Leah, supongo que estamos invitados ¿no? —le pregunto Jake.
—Por supuesto que si Jacob Black… acaso piensas que mi hermana se olvidaría de su familia —le respondió Seth.
—Solo bromeaba —le aclaro su amigo.
En ese monto me quede en blanco… Jacob Black, ese nombre… lo escuche hace poco. ¡Claro! Que tonta, estaba sentada al frente del que había sido en un entonces el amigo y enamorado de mi madre, según mi tío Emmett.
—¿Jacob? —dije en un susurro…
—Ha si… Ese es su nombre, Jake es un apodo —me aclaro Caroline.
—Claro —fue lo único que salió de mis labios.
—Te pasa algo Renesmee —dijo mi amiga.
—No, nada —le sonreí.
Luego los muchachos, recogieron los platos y se ofrecieron a lavarlos ya que Caroline se había encargado de hacer toda la comida.
—¿Y… que tal? —me cuestiono Caroline.
—¿Qué cosa?
—Oh, vamos Renesmee, sabes de lo que estoy hablando…
—No, no sé.
—Ok te seguiré el juego, que tal te pareció ¿Jake?
Si me lo hubiera preguntado hace cinco minutos le hubiera contestado que me gustaba, pero ahora no dejaba de pensar en relacionarlo con mamá, lo cual era muy extraño. La verdad no sé porque pensaba eso, después de todo mi madre me dijo que no hubo nada entre ellos. Sin contar que estaba de novio con otra mujer hasta hace unas horas.
—¿Qué quieres saber exactamente? —inquirí despreocupada, por supuesto que intuía que necesitaba saber.
Suspiró un poco impaciente.
—¿Qué te parece? ¿Te gusta?
—Es agradable —susurré.
—Lo que significa…
—Está bien —bufe—, es agradable, guapo, amable, y tiene un increíble talento para dibujar —le mostré mi retrato.
—¡Wow! No sabía de las aptitudes artísticas de Jake —se rió—, y además es todo un poeta, dijo señalando la frase.
Yo me encogí de hombros. No quería darle tanta importancia. Para que no siguiera con sus preguntas.
—A ver amiga dime una cosa, y no me mientas —aclaro con el ceño fruncido—-. Te gusta Jake, ¿sí o no?
—¿Se puede saber porque estas tan interesada en que salga con tu amigo? —la interrogue con los ojos entrecerrados.
—Porque te quiero y quiero que seas feliz, y sé que Jake podría hacer que eso suceda.
—¿Y cómo estas tan segura?, después de todo hasta hace unas horas andaba con esa loca y seguro que ha tenido más de una en su lista de conquistas —dije amargamente.
Su cara se tornó pensativa un momento, como si intentara decir algo.
-Solo lo presiento… y con respecto a Maia eso no cuenta, la verdad no eran el uno para el otro. Y no es por hacerlo quedar bien pero Seth me ha contado que no le ha ido muy bien en el amor así que no creo que haya tenido una larga lista de conquistas —aclaro.
—¿Y bien que me dices? —estaba segura que no se iba a dar por vencida.
—Está bien, sí. Me gusta… ¿Contenta?
Caroline comenzó a carcajearse, lo sabía, lo sabía.
—¿Y? ¡Eso no significa que vaya a pasar algo entre nosotros! —le explique.
Los chicos regresaron a los 10 minutos.
—¿Qué están gracioso cariño? —le preguntó su novio a mi amiga.
La fulminé con la mirada, si comentaba algo la mataba…
—Nada importante Seth.
Pasamos el resto de la tarde hablando de su reserva y me pidieron que acudiera a conocerla. Siempre se juntaban todos a pasar el rato alrededor de una enorme fogata y solían contar historias. Jacob insistió mucho en que fuera y al final acepte, no me pude resistir a esos ojos. Inmediatamente se ofreció en ir a recogerme a mi casa, pero le dije que mejor iba con Caroline.
Cuando oscureció, pedí un taxi para volver a casa del abuelo Charlie.
—Segura no quieres que te lleve, traje mi auto, la verdad sería un placer hacerlo —dijo con una hermosa sonrisa.
—Te lo agradezco pero no es necesario —trate de ser lo más amable posible, pero creo que no le gustó nada mi negativa.
—Por lo menos deja que te acompañe, hasta que lleguen por ti —insistió.
—Está bien.
Me despedí de Seth y mi amiga y fui con Jacob hasta la puerta. Nos sentamos en el porche y conversamos un poco más a solas. Le conté que era la primera vez que visitaba Forks, y que me quedaba en la casa de mi tío. No quise dar mucha información, después de todo lo único que sabía sobre él era que en un tiempo fue amigo de mi madre cuando era humana. Tenía prohibido hablar sobre nuestra condición eso fue una de las primeras cosas que me enseñaron mis padres, guardar el secreto. Los únicos que lo sabían según yo eran Charlie y Sue. Así que cuando me pregunto sobre mis padres dije que habían muerto y vivía con otros tíos y mis primos en Montana.
Fue entonces cuando me pregunto si no me gustaría venir a vivir a Forks con mi otro tío.
Su pregunta me descoloco, jamás pensé la posibilidad de dejar a mi familia.
—Eh… no lo sé, lo que pasa es que estoy terminando la escuela, no puedo dejar mi ciudad.
—Claro… entiendo —murmuró, parecía triste de repente.
—Pero ahora que termine el instituto, tendré un tiempo libre así que tal vez pueda pasar una temporada aquí.
—¡Eso sería estupendo! —me sonrío—, así podríamos frecuentarnos más, ¿claro si tú quieres?
—Me parece bien. Además a los únicos que conozco son a Caroline y a Alan. Bueno… Y ahora a Seth y a ti.
—Ya verás que te va gustar este lugar, y sobre todo la reserva, es un lugar muy bonito.
El taxi no tardó en aparecer y Jacob me acompaño hasta él y me abrió la puerta del vehículo.
—Este… -se lo veía un poco tenso y en su cara había una expresión rara, como de melancolía, parecía que no quería que me fuera.
—Mañana te espero… no faltes —me recordó.
—No te preocupes quiero conocer esa playa —aclaré— y gracias por el dibujo en verdad me gustó mucho…
Su cara me volvió a regalar esa sonrisa que ya tanto me gustaba.
—Espero que haya cambiado la mala impresión que te di.
—Totalmente olvidada —le confié.
Ahora venía la parte difícil, nunca me había pasado con nadie, no sabía cómo despedirme de él. Una apretón de manos, un abrazo, un beso…
Pero el dio el primer paso acortando la distancia que nos separaba, su rostro estaba a centímetros del mío. No podía apartar mis ojos de los suyos.
—Supongo que es un hasta pronto ¿no? —me preguntó.
—Seguro —susurré.
—Hasta pronto entonces —dijo mientras se acercaba peligrosamente a mi boca…
Por un momento contuve mi respiración, luego su rostro se inclinó un poco a un lado de mi cara dándome un tierno beso en mi mejilla muy cerca de la comisura de mis labios.
Nos quedamos mirándonos por unos segundos.
—Adiós —apenas pude formular esa palabra.
Subí a mi taxi y este se alejó de allí.
Jacob se quedó parado en el mismo lugar, hasta que los dos nos perdimos de vista.
Era increíble pero ya lo extrañaba…

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