martes, 7 de enero de 2014

Capítulo 6: Confesiones y Engaños

POV Renesmee

El lugar era hermoso, había una tranquilidad muy particular en él. El aire era fresco y puro. Junto con el afloraban todos los olores característicos de la zona.
—¿Te gusta? —su voz interrumpió mis cavilaciones.
—Mucho —suspiré.
Me giré para poder verlo. Por su cara asomaba como siempre una gran sonrisa. Jacob se acercó hasta donde estábamos Caroline y yo. Habíamos llegado hace cinco minutos. Apenas baje del automóvil de mi amiga no pude contenerme y camine hasta la orilla del mar para poder apreciar la playa.
Jacob tenía sus ojos puestos en mí, lo que provocaba que mi corazón latía como loco.
Caroline limpió su garganta y se dirigió a Jake.
—Bueno voy a reunirme con Seth… —una sonrisa pícara me advirtió que estaba por hacer una de las suyas— ¿Por qué Jake no llevas a Renesmee a dar una vuelta por el lugar?
—Es una buena idea, que te parece Nessie, ¿quieres conocer los alrededores?
—Por supuesto —le respondí con una sonrisa.
Mi amiga nos dejó solos. Jacob y yo emprendimos una caminata por la orilla del mar. Recorrimos unos metros en un silencio un poco incómodo. Solo se escuchaba el trabajo de la naturaleza. Las olas chocaban contra las rocas, el viento soplaba un poco helado y las gaviotas cruzaban el firmamento.
—¿Quieres conocer mi lugar favorito? —hablo finalmente.
—Claro —murmuré.
A lo lejos se distinguían unas rocas de varios tamaños, unas eran realmente grandes. Muchas de ellas estaban ocultas por unos árboles que rodeaban esa parte de la playa.
Jake trepo por las piedras hasta llegar a las más grandes. Creo que tenían más de dos metros de altura.
—Ven toma mi mano —me indico.
Me ayudo a subir y nos sentamos allí. Desde arriba se podía ver mejor el mar, el sol apenas se divisaba a los lejos, ya que estaba oscureciendo, pero hacia que el cielo gris se cubriera con algunos tonos naranjas.
Realmente era una vista hermosa.
—Aquí vengo, cuando quiero pensar o solo relajarme —musito— ¿Qué te parece?
—Que es muy bonito —inspiré—, gracias por mostrármelo.
—De nada —contestó con su gran sonrisa.
—Te gustaría aprender mi técnica de relajación —me preguntó.
—¿Técnica de relajación? —me reí.
—No te rías, esto es serio —bromeó.
—No creo que haga falta ninguna técnica, el lugar es precioso —dije mirando a mi alrededor—, hay mucha paz aquí.
—Si es cierto… se puede ver a simple vista, pero también se puede apreciar con otros sentidos —me explicó.
—¿Y qué propones? —cuestione con curiosidad.
—Mmm… cierra los ojos —pidió.
—¿Por qué? ¿O para qué? —lo miré con ojos entrecerrados.
—¿Acaso no confías en mí? —declaro haciendo un puchero.
—Está bien —suspiré.
Me giré hacia él y cerré mis ojos. Estaba un poco nerviosa y me sentía incomoda con la situación, pero a la vez me parecía entretenida y excitante.
—Bueno no hagas trampa —advirtió.
—Lo prometo —me reí.
—Primero para relajarse, es bueno usar todos los sentidos, pero en este caso, no usaras la visión.
—Entiendo —murmuré—, ¿y ahora?
—Quiero que analices todo lo que sientes y me lo digas.
—Mmm… son muchas cosas —expliqué—, el viento que sopla fuerte, percibo un profundo olor a bosque, el mar que choca contra las rocas, y también escucho a los pájaros.
—¿Qué más? —inquirió.
—No sé… —mentí—, mis sentidos vampiros no me ocultaban sus frenéticos latidos del corazón y me encantaba la colonia que estaba usando, pero por supuesto que no le diría aquello.
De pronto sentí un gran calor en mis manos.
—¿Y esto?
Jacob ennovio mis manos entre las suyas y comenzó a masajearlas.
—Sí… —respondí con la voz entrecortada—. Tienes las manos muy cálidas.
Me parece que comencé a ruborizarme. Sentí como ese calor subió a mi rostro. En ese instante se volvió más caliente, una de mis mejillas ardía.
Inspiré hondo y abrí mis ojos. Él se encontraba muy cerca de mí. Con una mano envolví las mías y con la otra me acariciaba un lado de mi cara.
Me encontré con sus ojos, los cuales tenían un brillo especial, se veían más hermosos que nunca.
Mi corazón se aceleró, con su mirada y se me dificultaba respirar.
—Te molesta que haga esto —preguntó mientras seguía acariciándome el rostro.
Yo negué con mi cabeza. Me había olvidado hasta como se hablaba.
Él solo sonrió con gran satisfacción, y yo no pude contenerme y también sonreí como una tonta, a la vez que mi corazón palpitaba desbocado.
Continúo tocando mi piel, y sus dedos se deslizaron hacia mis labios, rozándolos levemente, en ese preciso momento desvío su atención hacia mi boca y no aparto la vista de ahí.
Sin proponérmelo entreabrí mi boca y él se acercó despacio.
Mi mente queda en blanco, me iba a besar, sería mi primer beso, y deseaba con todo el corazón que sucediera. La distancia se acorto más y más. Sentí su respiración entrecortada en mi cara. Sus ojos se posaron brevemente en los míos, luego los cerros y nuestros labios se fusionaron. No pude evitar seguirlo y de la misma forma cerré mis ojos. Su boca se movió despacio sobre la mía, invitándome a seguirlo, copie los suaves y lentos movimientos de sus labios. Sus besos fueron tiernos y cuidadosos.
Mi estómago era una revolución sentía miles de mariposas en él. Y una corriente atravesaba mi cuerpo.
Finalmente Jacob se apartó un poco y apoyo su frente contra la mía. También respiraba con dificultad. Sería posible que sintiera todo lo que yo estaba experimentando.
—Nessie… —parecía meditar lo que iba a decir—, sé que es muy pronto para decir esto… pero… yo... —se calló un momento.
Levantó su mirada y tomo mis manos entre las suyas nuevamente.
—Yo… te… te quiero —logro pronunciar.
Me quede inmóvil, por un lapso de tiempo pensé que me diría que ese beso fue un error, que no debía haber pasado.
—Mmm… sé que tu… quizás... no sientas lo mismo pero, solo quería que lo supieras.
Continuaba sin decir nada y su rostro se entristeció.
—No te preocupes, no estás obligada a nada —me aseguro.
Jacob soltó mis manos de golpe, parecía abatido. No tenía idea que responder mi mente seguía en blanco.
—Bueno regresemos —dijo mientras se ponía de pie.
Me tendió su mano para ayudarme a incorporarme. Luego la soltó y desvío su mirada.
Un dolor atravesó mi pecho, no me gustaba que sufriera. Así que sin pensarlo dos veces intente decir algo.
—¡Jake!… yo…
Él volvió a mirarme y sus ojos me convencieron para correr a sus brazos. Lo tome por la cintura, sentí como su cuerpo se tensó al momento, pero rápidamente me envolvió con sus brazos.
Hundí mi cara en su pecho, respirando su exquisito aroma.
—Jake… yo no sé qué siento exactamente… pero me gusto que me besaras —logré articular poniéndome colorada.
—Bueno… eso es más que suficiente para mí —rió.
Su cuerpo se relajó totalmente y seguimos abrazados por unos minutos. Me sentía muy feliz en sus brazos. Él no dijo nada, no hacían falta las palabras. Simplemente acarició mi espalda y mis cabellos.
Más tarde regresamos con los demás, en el corto camino de vuelta, él me tomo de la mano, y antes de encontrarnos con todos, se detuvo.
Puso sus manos a los lados de mi rostro para que lo mirara y susurró:
—Nessie, quiero que sepas que seré paciente y voy a esperar hasta que tengas en claro que sientes por mí.
—Me parece bien, gracias Jake.
Me soltó de las manos, pero antes me dio un pequeño beso en los labios.
Nos dirigimos a la casa de Sam, era uno de los amigos de Jacob y Seth.
Caroline y Seth nos esperaban en la puerta. Cuando mi amiga nos vio llegar se acercó hasta donde me encontraba y me condujo hacia el interior de la vivienda para conocer a los presentes.
Por supuesto que a los primeros que conocí fueron a los anfitriones de la reunión.
Sam y Emily eran muy atentos conmigo, Caroline ya me había contado sobre ellos y me advirtió sobre el accidente que tuvo Emily, me sorprendí un poco al ver su rostro, tenía una cicatriz a lo largo de su cara. Inmediatamente desvíe mi mirada no quería que se sintiera incomoda los salude a ambos con un besos en la mejilla.
Después puse mi atención al pequeño niño que estaba escondió detrás de su madre. Siempre me pasaba lo mismo los niños eran mi debilidad.
—Hola peque ¿Cómo te llamas? —le pregunté sonriendo.
Él se acercó tímidamente.
—Malik —dijo con una sonrisa.
—Hola, Malik, mucho gusto, yo soy Nessie.
El pequeño volvió a sonreír, y se ocultó de nuevo tras de su madre.
—Es un poco tímido, pero parece que le agradas, nunca habla con nadie —me comento Emily.
—Es que Renesmee es muy buena con los niños —aclaro mi amiga.
Los demás se fueron acercando. Conocí a Quil, Claire, Embry, Paul y a Rebeca, la hermana de Jacob.
También se encontraban presentes Jared y Kim, a quienes ya había conocido antes.
Más tarde llegaron Colin, Brady y Sara. La pequeña casa se llenó inmediatamente. Así que todos nos fuimos acomodando en el amplio patio trasero de la casa. Era muy lindo lleno de flores por todo el lugar. Una larga mesa llena de comida, se ubicaba en el centro, en total éramos como quince personas, pero prepararon comida como para cincuenta.
Nos sentamos en uno de los bancos que había en el jardín.
Y por supuesto Caroline, no tardo en empezar con el interrogatorio.
—Y que paso, ¿quiero saberlo todo?
—No tendrías que contarte nada, por haberme dejado sola con él —le reproche.
—Ya sabes lo que dicen amiga. Dos compañía, tres multitud —se carcajeó—, además… ¿Qué?, ¿tan malo fue? —preguntó confundida.
—No… —dije esquivando su mirada.
—¿Por qué te pones colorada? —inquirió ansiosa.
Suspiré.
—No fue para nada malo, caminamos, me enseño los alrededores y…
—¿Y qué?, dime Renesmee, no me dejes con esta incertidumbre.
—Me beso… —susurré.
—Wow… Lo sabía —gritó.
—¡Cállate! Quieres que todo el mundo se entere.
—No seas exagerada amiga.
—Y si ya lo sabias ¿Por qué preguntas tanto? —dije molesta.
—Solo quería la confirmación de los hechos —me aclaro—, pero con solo ver la cara de felicidad de Jake, supe que todo había ido de maravillas. Por supuesto tú no te quedas atrás —aclaro— si te vieras en este momento, tus ojos tienen un brillo especial.
—Estas exagerando —le respondí.
—Si… como no… —dijo con ironía.
De repente quise, sacarme una duda, desde que llegue, sentía como todos me miraban de una forma especial.
—Se puede saber por qué todos, ¿están tan pendiente de mí?
—¿Qué? ¿Por qué dices eso?
—No se… me miran de una forma extraña, como si supieran algo que yo no sé.
—Son ideas tuyas, no pasa nada —concluyó.
Seth vino por Caroline y se marcharon por unas bebidas. Me quede sola por unos minutos.
Al observar a mí alrededor se podía ver que todos se llevaban muy bien, eran como una gran familia. Jared y Kim se encontraban en una banca atrás del jardín, estaban abrazados y se los veía muy enamorados y felices. Cerca de la mesa conversaban Embry y Quil, quien tenía en su regazo a Claire, ella estaba completamente dormida. Por momentos él la mecía y acariciaba su cabello, era como un hermano mayor muy protector.
Jake apareció por detrás y me susurró al oído.
—¿Por qué tan pensativa? —preguntó divertido.
Un escalofrió recorrió mi cuerpo al sentir su aliento en mi oreja.
—Por nada —logre contestar.
Se sentó a mi lado y tomo una de mis manos.
-¿La estas pasando bien?
—Sí, todos son muy amables.
—¿Dónde estabas? —quise saber.
—¿Qué? ¿Me extrañaste? —dijo con picardía.
Me sonrojé al instante.
—Tomare eso como un sí —musitó acariciando mi mejilla.
Yo no dejaba de sonreír como una boba, mientras él continuamente me regalaba también sus grandes sonrisas.
Colin se acercó a Jake y le dijo algo al oído. Jacob se puso tenso y su rostro se tornó serio.
—Ya vuelvo Nessie, tengo que atender un asunto —comentó preocupado.
—¿Paso algo malo?
—No. No es nada importante, no te preocupes.
Se acercó y me dio un beso en la mejilla.
—Vuelvo pronto, no me extrañes —susurró en mi oído.
Yo asentí y vi cómo se marchaba hacia la casa, antes de entrar se acercó a Emily y le dijo algo. Ella me miró y se acercó hasta donde estaba.
—Jacob me pidió que no te dejara sola —confeso mientras se sentaba.
—Gracias pero no tenías por qué molestarte.
—No es ninguna molestia, lo hago con gusto, así nos conocemos mejor —dijo sonriendo.
Estuvimos un tiempo platicando, le conté algo sobre mi familia, por supuesto omitiendo la parte de mi vida que incluía a los vampiros. Ella me hablo sobre su familia, su pequeño hijo Malik, quien tenía cerca de tres años. En fin Emily era muy amable.
Colin y Brady se sentaron cerca de nosotras, se los veía muy divertidos.
—La verdad no quisiera estar entre sus zapatos —le decía Colin a su amigo.
—Quien lo diría, es todo un don Juan —bromeaba Brady.
—Sí, pero no tiene mucha suerte después de todo —le aclaró Colin.
—Eso sí, se les juntaron las dos… el día y la noche —se carcajeo Brady.
Emily parece que se molestó con sus comentarios y les lanzo una mirada de advertencia y los dos cambiaron de tema.
Me sentía incomoda no sé porque pero presentía algo.
—¿Dónde está el baño? —le pregunté.
—Eh… por el pasillo pasando la sala de estar —me indicó.
Mientras caminaba hacia la casa, Emily se acercó a Brady y a Colin, parecía que los estaba regañando por algo, ellos solo bajaron la cabeza. Realmente era graciosa la situación, era como una madre regañando a sus hijos.
Entre al tocador para arreglarme un poco. Acomode mi cabello, y me miré al espejo. La imagen que me devolvió el espejo era la de la una completa extraña, mis mejillas tenían un ligero tono carmesí y mis ojos brillaban de una forma especial. Creo que Caroline no exageraba.
Cuando salí del tocador, al pasar por la sala escuche unas voces, no sé por qué pero reconocí a la mujer que hablo.
—Te amo —dijo.
La puerta estaba entreabierta y me asome.
Jacob se encontraba de espaldas, mientras Maia lo besaba apasionadamente.
—Me encanta como besas —le susurró al oído.
En ese momento ella alzo la vista y me sonrío con gran satisfacción para luego volver a besarlo.
Me alejé hacia la puerta rápidamente y al abrirla me encontré con Alan, quien se sorprendió al verme.
—Ey… princesa, pensé que venía a una fiesta, ¿Por qué que esa cara?
—Sácame de aquí, por favor —fue lo único que pude decir.

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