POV Renesmee
El lugar era hermoso, había una tranquilidad muy particular en él. El aire era fresco y puro. Junto con el afloraban todos los olores característicos de la zona.
—¿Te gusta? —su voz
interrumpió mis cavilaciones.
—Mucho —suspiré.
Me giré para poder
verlo. Por su cara asomaba como siempre una gran sonrisa. Jacob se acercó hasta
donde estábamos Caroline y yo. Habíamos llegado hace cinco minutos. Apenas baje
del automóvil de mi amiga no pude contenerme y camine hasta la orilla del mar
para poder apreciar la playa.
Jacob tenía sus
ojos puestos en mí, lo que provocaba que mi corazón latía como loco.
Caroline limpió su
garganta y se dirigió a Jake.
—Bueno voy a
reunirme con Seth… —una sonrisa pícara me advirtió que estaba por hacer una de
las suyas— ¿Por qué Jake no llevas a Renesmee a dar una vuelta por el lugar?
—Es una buena idea,
que te parece Nessie, ¿quieres conocer los alrededores?
—Por supuesto —le
respondí con una sonrisa.
Mi amiga nos dejó
solos. Jacob y yo emprendimos una caminata por la orilla del mar. Recorrimos
unos metros en un silencio un poco incómodo. Solo se escuchaba el trabajo de la
naturaleza. Las olas chocaban contra las rocas, el viento soplaba un poco
helado y las gaviotas cruzaban el firmamento.
—¿Quieres conocer
mi lugar favorito? —hablo finalmente.
—Claro —murmuré.
A lo lejos se
distinguían unas rocas de varios tamaños, unas eran realmente grandes. Muchas
de ellas estaban ocultas por unos árboles que rodeaban esa parte de la playa.
Jake trepo por las
piedras hasta llegar a las más grandes. Creo que tenían más de dos metros de
altura.
—Ven toma mi mano —me
indico.
Me ayudo a subir y
nos sentamos allí. Desde arriba se podía ver mejor el mar, el sol apenas se
divisaba a los lejos, ya que estaba oscureciendo, pero hacia que el cielo gris
se cubriera con algunos tonos naranjas.
Realmente era una
vista hermosa.
—Aquí vengo, cuando
quiero pensar o solo relajarme —musito— ¿Qué te parece?
—Que es muy bonito —inspiré—,
gracias por mostrármelo.
—De nada —contestó
con su gran sonrisa.
—Te gustaría aprender
mi técnica de relajación —me preguntó.
—¿Técnica de
relajación? —me reí.
—No te rías, esto
es serio —bromeó.
—No creo que haga
falta ninguna técnica, el lugar es precioso —dije mirando a mi alrededor—, hay
mucha paz aquí.
—Si es cierto… se
puede ver a simple vista, pero también se puede apreciar con otros sentidos —me
explicó.
—¿Y qué propones? —cuestione
con curiosidad.
—Mmm… cierra los
ojos —pidió.
—¿Por qué? ¿O para qué?
—lo miré con ojos entrecerrados.
—¿Acaso no confías
en mí? —declaro haciendo un puchero.
—Está bien —suspiré.
Me giré hacia él y
cerré mis ojos. Estaba un poco nerviosa y me sentía incomoda con la situación,
pero a la vez me parecía entretenida y excitante.
—Bueno no hagas
trampa —advirtió.
—Lo prometo —me reí.
—Primero para
relajarse, es bueno usar todos los sentidos, pero en este caso, no usaras la
visión.
—Entiendo —murmuré—,
¿y ahora?
—Quiero que
analices todo lo que sientes y me lo digas.
—Mmm… son muchas
cosas —expliqué—, el viento que sopla fuerte, percibo un profundo olor a
bosque, el mar que choca contra las rocas, y también escucho a los pájaros.
—¿Qué más? —inquirió.
—No sé… —mentí—, mis
sentidos vampiros no me ocultaban sus frenéticos latidos del corazón y me
encantaba la colonia que estaba usando, pero por supuesto que no le diría
aquello.
De pronto sentí un
gran calor en mis manos.
—¿Y esto?
Jacob ennovio mis
manos entre las suyas y comenzó a masajearlas.
—Sí… —respondí con
la voz entrecortada—. Tienes las manos muy cálidas.
Me parece que
comencé a ruborizarme. Sentí como ese calor subió a mi rostro. En ese instante
se volvió más caliente, una de mis mejillas ardía.
Inspiré hondo y
abrí mis ojos. Él se encontraba muy cerca de mí. Con una mano envolví las mías
y con la otra me acariciaba un lado de mi cara.
Me encontré con sus
ojos, los cuales tenían un brillo especial, se veían más hermosos que nunca.
Mi corazón se aceleró,
con su mirada y se me dificultaba respirar.
—Te molesta que
haga esto —preguntó mientras seguía acariciándome el rostro.
Yo negué con mi
cabeza. Me había olvidado hasta como se hablaba.
Él solo sonrió con
gran satisfacción, y yo no pude contenerme y también sonreí como una tonta, a
la vez que mi corazón palpitaba desbocado.
Continúo tocando mi
piel, y sus dedos se deslizaron hacia mis labios, rozándolos levemente, en ese
preciso momento desvío su atención hacia mi boca y no aparto la vista de ahí.
Sin proponérmelo
entreabrí mi boca y él se acercó despacio.
Mi mente queda en
blanco, me iba a besar, sería mi primer beso, y deseaba con todo el corazón que
sucediera. La distancia se acorto más y más. Sentí su respiración entrecortada
en mi cara. Sus ojos se posaron brevemente en los míos, luego los cerros y
nuestros labios se fusionaron. No pude evitar seguirlo y de la misma forma
cerré mis ojos. Su boca se movió despacio sobre la mía, invitándome a seguirlo,
copie los suaves y lentos movimientos de sus labios. Sus besos fueron tiernos y
cuidadosos.
Mi estómago era una
revolución sentía miles de mariposas en él. Y una corriente atravesaba mi
cuerpo.
Finalmente Jacob se
apartó un poco y apoyo su frente contra la mía. También respiraba con
dificultad. Sería posible que sintiera todo lo que yo estaba experimentando.
—Nessie… —parecía
meditar lo que iba a decir—, sé que es muy pronto para decir esto… pero… yo... —se
calló un momento.
Levantó su mirada y
tomo mis manos entre las suyas nuevamente.
—Yo… te… te quiero —logro
pronunciar.
Me quede inmóvil,
por un lapso de tiempo pensé que me diría que ese beso fue un error, que no
debía haber pasado.
—Mmm… sé que tu…
quizás... no sientas lo mismo pero, solo quería que lo supieras.
Continuaba sin
decir nada y su rostro se entristeció.
—No te preocupes,
no estás obligada a nada —me aseguro.
Jacob soltó mis
manos de golpe, parecía abatido. No tenía idea que responder mi mente seguía en
blanco.
—Bueno regresemos —dijo
mientras se ponía de pie.
Me tendió su mano
para ayudarme a incorporarme. Luego la soltó y desvío su mirada.
Un dolor atravesó
mi pecho, no me gustaba que sufriera. Así que sin pensarlo dos veces intente
decir algo.
—¡Jake!… yo…
Él volvió a mirarme
y sus ojos me convencieron para correr a sus brazos. Lo tome por la cintura,
sentí como su cuerpo se tensó al momento, pero rápidamente me envolvió con sus
brazos.
Hundí mi cara en su pecho, respirando su exquisito aroma.
Hundí mi cara en su pecho, respirando su exquisito aroma.
—Jake… yo no sé qué
siento exactamente… pero me gusto que me besaras —logré articular poniéndome
colorada.
—Bueno… eso es más que suficiente para mí —rió.
—Bueno… eso es más que suficiente para mí —rió.
Su cuerpo se relajó
totalmente y seguimos abrazados por unos minutos. Me sentía muy feliz en sus
brazos. Él no dijo nada, no hacían falta las palabras. Simplemente acarició mi
espalda y mis cabellos.
Más tarde
regresamos con los demás, en el corto camino de vuelta, él me tomo de la mano,
y antes de encontrarnos con todos, se detuvo.
Puso sus manos a
los lados de mi rostro para que lo mirara y susurró:
—Nessie, quiero que
sepas que seré paciente y voy a esperar hasta que tengas en claro que sientes
por mí.
—Me parece bien,
gracias Jake.
Me soltó de las
manos, pero antes me dio un pequeño beso en los labios.
Nos dirigimos a la
casa de Sam, era uno de los amigos de Jacob y Seth.
Caroline y Seth nos
esperaban en la puerta. Cuando mi amiga nos vio llegar se acercó hasta donde me
encontraba y me condujo hacia el interior de la vivienda para conocer a los
presentes.
Por supuesto que a
los primeros que conocí fueron a los anfitriones de la reunión.
Sam y Emily eran
muy atentos conmigo, Caroline ya me había contado sobre ellos y me advirtió
sobre el accidente que tuvo Emily, me sorprendí un poco al ver su rostro, tenía
una cicatriz a lo largo de su cara. Inmediatamente desvíe mi mirada no quería
que se sintiera incomoda los salude a ambos con un besos en la mejilla.
Después puse mi
atención al pequeño niño que estaba escondió detrás de su madre. Siempre me
pasaba lo mismo los niños eran mi debilidad.
—Hola peque ¿Cómo
te llamas? —le pregunté sonriendo.
Él se acercó
tímidamente.
—Malik —dijo con
una sonrisa.
—Hola, Malik, mucho
gusto, yo soy Nessie.
El pequeño volvió a
sonreír, y se ocultó de nuevo tras de su madre.
—Es un poco tímido,
pero parece que le agradas, nunca habla con nadie —me comento Emily.
—Es que Renesmee es
muy buena con los niños —aclaro mi amiga.
Los demás se fueron
acercando. Conocí a Quil, Claire, Embry, Paul y a Rebeca, la hermana de Jacob.
También se
encontraban presentes Jared y Kim, a quienes ya había conocido antes.
Más tarde llegaron
Colin, Brady y Sara. La pequeña casa se llenó inmediatamente. Así que todos nos
fuimos acomodando en el amplio patio trasero de la casa. Era muy lindo lleno de
flores por todo el lugar. Una larga mesa llena de comida, se ubicaba en el
centro, en total éramos como quince personas, pero prepararon comida como para
cincuenta.
Nos sentamos en uno
de los bancos que había en el jardín.
Y por supuesto
Caroline, no tardo en empezar con el interrogatorio.
—Y que paso,
¿quiero saberlo todo?
—No tendrías que
contarte nada, por haberme dejado sola con él —le reproche.
—Ya sabes lo que
dicen amiga. Dos compañía, tres multitud —se carcajeó—, además… ¿Qué?, ¿tan
malo fue? —preguntó confundida.
—No… —dije esquivando
su mirada.
—¿Por qué te pones
colorada? —inquirió ansiosa.
Suspiré.
—No fue para nada
malo, caminamos, me enseño los alrededores y…
—¿Y qué?, dime
Renesmee, no me dejes con esta incertidumbre.
—Me beso… —susurré.
—Wow… Lo sabía —gritó.
—¡Cállate! Quieres
que todo el mundo se entere.
—No seas exagerada
amiga.
—Y si ya lo sabias ¿Por
qué preguntas tanto? —dije molesta.
—Solo quería la
confirmación de los hechos —me aclaro—, pero con solo ver la cara de felicidad
de Jake, supe que todo había ido de maravillas. Por supuesto tú no te quedas
atrás —aclaro— si te vieras en este momento, tus ojos tienen un brillo
especial.
—Estas exagerando —le
respondí.
—Si… como no… —dijo
con ironía.
De repente quise,
sacarme una duda, desde que llegue, sentía como todos me miraban de una forma
especial.
—Se puede saber por qué todos, ¿están tan pendiente de mí?
—Se puede saber por qué todos, ¿están tan pendiente de mí?
—¿Qué? ¿Por qué
dices eso?
—No se… me miran de
una forma extraña, como si supieran algo que yo no sé.
—Son ideas tuyas,
no pasa nada —concluyó.
Seth vino por
Caroline y se marcharon por unas bebidas. Me quede sola por unos minutos.
Al observar a mí
alrededor se podía ver que todos se llevaban muy bien, eran como una gran
familia. Jared y Kim se encontraban en una banca atrás del jardín, estaban
abrazados y se los veía muy enamorados y felices. Cerca de la mesa conversaban
Embry y Quil, quien tenía en su regazo a Claire, ella estaba completamente
dormida. Por momentos él la mecía y acariciaba su cabello, era como un hermano
mayor muy protector.
Jake apareció por
detrás y me susurró al oído.
—¿Por qué tan
pensativa? —preguntó divertido.
Un escalofrió
recorrió mi cuerpo al sentir su aliento en mi oreja.
—Por nada —logre
contestar.
Se sentó a mi lado
y tomo una de mis manos.
-¿La estas pasando
bien?
—Sí, todos son muy
amables.
—¿Dónde estabas? —quise
saber.
—¿Qué? ¿Me
extrañaste? —dijo con picardía.
Me sonrojé al
instante.
—Tomare eso como un
sí —musitó acariciando mi mejilla.
Yo no dejaba de
sonreír como una boba, mientras él continuamente me regalaba también sus
grandes sonrisas.
Colin se acercó a Jake y le dijo algo al oído. Jacob se puso tenso y su rostro se tornó serio.
Colin se acercó a Jake y le dijo algo al oído. Jacob se puso tenso y su rostro se tornó serio.
—Ya vuelvo Nessie,
tengo que atender un asunto —comentó preocupado.
—¿Paso algo malo?
—No. No es nada
importante, no te preocupes.
Se acercó y me dio
un beso en la mejilla.
—Vuelvo pronto, no
me extrañes —susurró en mi oído.
Yo asentí y vi cómo
se marchaba hacia la casa, antes de entrar se acercó a Emily y le dijo algo.
Ella me miró y se acercó hasta donde estaba.
—Jacob me pidió que
no te dejara sola —confeso mientras se sentaba.
—Gracias pero no tenías
por qué molestarte.
—No es ninguna
molestia, lo hago con gusto, así nos conocemos mejor —dijo sonriendo.
Estuvimos un tiempo
platicando, le conté algo sobre mi familia, por supuesto omitiendo la parte de
mi vida que incluía a los vampiros. Ella me hablo sobre su familia, su pequeño
hijo Malik, quien tenía cerca de tres años. En fin Emily era muy amable.
Colin y Brady se
sentaron cerca de nosotras, se los veía muy divertidos.
—La verdad no
quisiera estar entre sus zapatos —le decía Colin a su amigo.
—Quien lo diría, es
todo un don Juan —bromeaba Brady.
—Sí, pero no tiene
mucha suerte después de todo —le aclaró Colin.
—Eso sí, se les
juntaron las dos… el día y la noche —se carcajeo Brady.
Emily parece que se
molestó con sus comentarios y les lanzo una mirada de advertencia y los dos
cambiaron de tema.
Me sentía incomoda
no sé porque pero presentía algo.
—¿Dónde está el
baño? —le pregunté.
—Eh… por el pasillo
pasando la sala de estar —me indicó.
Mientras caminaba
hacia la casa, Emily se acercó a Brady y a Colin, parecía que los estaba
regañando por algo, ellos solo bajaron la cabeza. Realmente era graciosa la
situación, era como una madre regañando a sus hijos.
Entre al tocador para arreglarme un poco. Acomode mi cabello, y me miré al espejo. La imagen que me devolvió el espejo era la de la una completa extraña, mis mejillas tenían un ligero tono carmesí y mis ojos brillaban de una forma especial. Creo que Caroline no exageraba.
Entre al tocador para arreglarme un poco. Acomode mi cabello, y me miré al espejo. La imagen que me devolvió el espejo era la de la una completa extraña, mis mejillas tenían un ligero tono carmesí y mis ojos brillaban de una forma especial. Creo que Caroline no exageraba.
Cuando salí del
tocador, al pasar por la sala escuche unas voces, no sé por qué pero reconocí a
la mujer que hablo.
—Te amo —dijo.
La puerta estaba
entreabierta y me asome.
Jacob se encontraba
de espaldas, mientras Maia lo besaba apasionadamente.
—Me encanta como
besas —le susurró al oído.
En ese momento ella
alzo la vista y me sonrío con gran satisfacción para luego volver a besarlo.
Me alejé hacia la
puerta rápidamente y al abrirla me encontré con Alan, quien se sorprendió al
verme.
—Ey… princesa,
pensé que venía a una fiesta, ¿Por qué que esa cara?
—Sácame de aquí,
por favor —fue lo único que pude decir.
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